Considero que a pesar de lo publicado, una cuestión personal, y más allá de ello, quiero denunciar publicamente el manoseo, no sólo en mi persona, como se ve, sino que ya hemos tenido respuestas de otros usuarios, como lo demostramos aquí y lo recibimos en nuestro e-mail, y sirva ésta página para gritar todo atropello a ciudadanos, sin signo político, que permiten nuestros hijoputes de gobernantes.
Mi pecado mortal surge de la compra de un calefón de 'tiro balanceado' por resultar más moderno que los convencionales, que deben rematar a 1 metro de altura sobre el techo (hay una cumbrera cerca y la aprobación era dudosa) y un caño a los cuatro vientos con nuestros vientitos norte y sur, implica riendas que deberían tomarse por lo menos una en lo del vecino.
Repito, Todo esto por comprar un 'calefón de tiro balanceado'; resulta que no debe haber ninguna ventana a menos de 50 cm. del tiro del calefón por si se apaga el piloto (la válvula de seguridad aprobada por el ENARGAS, que desprecia GASNOR, parece estar de adorno). La cocina es chica y con nuestros 50 ºC, imponer restringir la circulación de aire es una burrada, tal vez compatible con otros pagos de clima menos riguroso.
El mamarracho de cocina que debo hacer para la "aprobación" es, arquitectónicamente hablando, una verguenza. Y más dictaroriales resultan las disposiciones de la empresa, dado que los artefactos que compré tienen aprobación del ENARGAS, o sea tienen una válvula de seguridad, que hace innecesaria tanta restricción. ¿Entonces la empresa se frega en el Ente Regulador? Y uno a avenirse a lo que pidan para que le aprueben.
¿No habría que detenerse a pensar que más de media Argentina usa garrafas y nadie controla lo que hace cada uno que compra una garrafa? En otras palabras, está jodido el que hace las cosas por derecha, y el que vive en zonas con gas natural. Los que usan garrafas, que hagan lo que quieran...además, son muchos...
¿No apuntarán estas medidas a reforzar el freno demográfico que se estaría ejerciendo sobre los argentinos al obstaculizar, con yuxtaposición de controles, -los de la empresa sobre la víctimas que piden el servicio y los del ENARGAS sobre los artefactos aprobados que no necesitarían aprobación suplementaria por provenir del mismo Ente Regulador- que se ejercen sobre aquel que se atreve a construir, con la consiguiente posibilidad de aumento demográfico?
También debo contarle que una vez recurrí a un "matriculado" de la lista de Gasnor, y cayeron dos jovencitos en una linda scooter, munidos de 2 llaves tipo Stilson para cambiar un regulador, cuando hace muchos años que se inventó la llave fija, que no destruye las tuercas de bronce. ¿O es que GASNOR solo molesta con gansadas y no controla con que herramientas trabajan los tocados por el 'hada fortuna' que habilita con una matrícula?
Como cantaba Horacio 'Zurdo' Guaraní: "Estamos prisioneros, carcelero".
Hace no tantos años se venteaba gas en Mosconi por razones geopolíticas para compar gas a Bolivia. Hoy, luego de infames manoseos mediáticos, nos vienen con que se importa gas y toda la música canalla de los privatizadores.
Usted que tiene un blog, ¿no le parece que a más de publicitar estos manoseos, se podría invitar a la creación de un Centro de Estudios sobre la conducta de las empresas de las que fuimos despojados los argentinos?
También le cuento. Hace tiempo, a poco de la entrega del patrimonio nacional, concurrí a la oficina de GASNOR local; verdaderamente, con el moderno corralito de cintas para hacirnarlo a uno con vaselina para disimular la 'cola', y un piñador lleno de cordones cerca -no vaya a ser que alguien airado se queje de tanto despotismo y hay haya que c.... a piñas-, me sentí como dentro de uno de los corrales de las ferias de hacienda; ¿nunca vió alguna?
Si conoce alguien que se esté por ir al infierno, dígale que le diga a don Alfonso 'democracia' Alfonsin, que con la 'suya', ni se vive, ni se cura ni se educa.
Además, parece que en San Luis apareció un librito muy interesante sobre privatizaciones y privatizadores, pero cuesta mucho trabajo conseguirlo. Allí estarían los nombres de los nefastos personajes beneficiados por las privatizaciones de los amos de Charles d'Anillac.
Atte.
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