(San Mateo; 26)
Claro como el agua, aquí concuerda con el Primer Mandamiento, Amar a Dios por Sobre todas las cosas... y al projimo como a Tí mismo por Amor a Dios....( por las dudas)...Hallándose Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, una mujer se acercó a Él, trayendo un vaso de alabastro, con ungüento de mucho precio, y lo derramó sobre la cabeza de Jesús, que estaba en la mesa. Los discípulos, viendo esto, se enojaron y dijeron: "¿Para qué este desperdicio? Se podría vender por mucho dinero, y darlo a los pobres". Mas Jesús, notándolo, les dijo "¿Por qué molestáis a esta mujer? Ha hecho una buena obra conmigo. Porque a los pobres los tenéis siempre con vosotros, pero a Mi no me tenéis siempre. Al derramar este ungüento sobre mi cuerpo, lo hizo para mi sepultura"...
Otro ejemplo:
El Santo Cura de Ars, vivía en extrema pobreza, aún en sus vestidos, pero cuando tenía que comprar ornamentos sagrados, lo hacía buscando en Paris, los mejores y más caros.
A Dios hay que dar lo mejor.
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