¡RECONQUISTA SANTIAGO! PARA DIOS Y LA PATRIA

“…No como la da el mundo”

“Os dejo la paz, os doy mi paz, pero no como la da el mundo”

(S. Juan XIV, 23 ss.)

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Obama, premio nobel de la paz. Y a continuación… un aporte más de la “apertura al mundo” de la Jerarquía eclesial contemporánea:

De Radio Vaticano (9-10-09): “El Vaticano aprecia el Nobel por la paz a Obama”: “La Oficina de Prensa de la Santa Sede ha publicado hoy una nota por la que comunica que la atribución del Premio Nobel de la Paz al presidente estadounidense Barak Obama “ha sido recibida en Vaticano con aprecio a la luz del compromiso demostrado por el presidente en la promoción de la paz a nivel internacional, en particular recientemente en favor del desarme nuclear”

. Desde la Santa Sede se expresa el deseo que este importante reconocimiento “anime ulteriormente el difícil, pero fundamental, compromiso para el futuro de la humanidad, para que se obtengan los resultados esperados”.

Imagen: Crux et Gladius

Fuente: http://santaiglesiamilitante.blogspot.com/

El Zurdaje Nos Tomo La Patria

_ ¿Que nos pasó?, ¿Cómo ocurrió esto?, ¿Dónde estaba el centinela que no nos alertó? -_Quizás el mismo abrió el portón permitiéndoles la entrada.

¿Acaso no estaba apostado allí el soldado Balza? Ese nunca fue soldado, usaba nuestro uniforme esperando el momento para traicionarnos, como seguramente lo hizo ahora. El caballo de Troya que nos metieron en la Institución… ¿Y Como pudimos darle semejante responsabilidad de que vele por sus camaradas?

Era un obsecuente capaz de cualquier cosa con tal de conseguir algo.¡No puedo creer que forme parte de esta gente que trata de destruirnos! Cuando Balza estaba de cadete en el Colegio Militar, junto con algunos compañeros, los días de franco solían reunirse en un local donde recibían adoctrinamiento de tipo comunista, esto fue descubierto y Balza y sus amigos dados de baja, pero como este traidor andaba de novio con la hija de un general, aprovechó su influencia para conseguir su reincorporación.

También contribuyó el hecho que Balza se destacaba en natación y ese año había una competencia interamericana de varias disciplinas deportivas entre las cuales figuraba natación. Este hecho le dio la experiencia necesaria para disimular su postura ideológica y hacer así su carrera, mientras esperaba agazapado que llegara el momento de mostrar las uñas. ¡Es increíble! ¡Cuánto mal le hizo a la Institución que supuestamente debía defender!

Además se dieron las circunstancias para su accionar maquiavélico. Cuando se produjeron los levantamientos carapintadas defendimos la disciplina, echamos a los mejores Oficiales y Suboficiales, y no fuimos capaz de darnos cuenta que era ese sector el que encaraba el verdadero sentir de la fuerza y el que se resistía a los primeros intentos de su desmembramiento iniciado por Alfonsín, que con el sector progresista de la UCR, que gobernaba el país en nombre de la Internacional Socialista.

­¿Como pudimos estar tan ciegos de nos darnos cuenta de eso? Fuimos funcionales a los planes de Alfonsín para destruir el Ejército, y después al de Menem que dio la estocada final. Alfonsín ~conociendo el ascendiente que Seineldín tenía sobre gran parte del Ejército, y temiendo algún planteamiento que le pudiera hacer~ lo sacó del país destinándolo como agregado militar, y luego como instructor de fuerzas especiales en Panamá.

Claro que a pesar de eso no pudo impedir que los planteos los hicieran tenientes coroneles, pero las consecuencias de los mismos hubiera sido distintas si la rebelión la encabezaba el Coronel desde el vamos, ya que él era la bandera a quienes todos seguian.

Volviendo a Balza ~cuando comenzó a plasmar la reestructuración de las FFAA, nos convenció que tales reformas eran importantes. Pero no nos dimos cuenta que estaban dirigidas a romper las costumbres más arraigadas en el Ejército.

Derogó el uso del sable, símbolo del mando del oficial, destruyendo una tradición irremplazable en todos los Ejércitos, luego impuso el saludo sin gorra, reformó el orden cerrado argentino, excluyó la religión católica de las filas, incorporó voluntarias y luego terminó con el servicio militar obligatorio.

Aquellos militares que habíamos tildado de apocalípticas para la Institución, las profecías del Coronel Seineldin , veíamos que se estaban haciendo realidad.

Nos quedamos sin soldados para instruir, aquellas gloriosas unidades militares, aquellos históricos Regimientos que otrora albergaban cientos de soldados, que con su actividad y cánticos le daban vida a esas instalaciones, de pronto se quedaron casi vacías, se fueron convirtiendo en ruinas y se creo la necesidad de cerrarlas. Pero además se modificó el Reglamento de Servicio Interno, y con ello nuestra doctrina, vaciando de contenidos a la misión de las FFAA. Ya no había hipótesis de conflicto, mientras los países vecinos las mantenían.

Luego vino Brinzoni, que duró muy poco por que no gozaba de la simpatía de los Kirchner. Le sucedió Bendini el que será recordado por su indecorosa actitud de bajar cuadros en el Colegio Militar de la Nación y de propiciar la suavidad en los modales durante el entrenamiento. Pero creo que lo peor de todo fue cuando aceptamos mansamente las leyes que dejaban sin efecto los indultos y otras leyes de amnistía, sabiendo que el objeto de ello era ejercer la revancha contra aquellos camaradas que los habían combatido, haciéndolo mediante leyes totalmente inconstitucionales.

Muchos de nosotros mismos somos responsables de la destrucción de nuestra querida Institución y de los tormentos y humillaciones que sufren nuestros camaradas injustamente presos, rehenes de los subversivos que tomaron la patria.

Deberíamos hacernos cargo por lo que sucedió, por que muchos privilegiamos el puestito o el posible ascenso y preferimos hacernos los distraídos cuando otros camaradas lo arriesgaron todo tratando de defenderla, y luego buscamos de castigarlos con las penas más severas, los enviamos a cárceles comunes tratándolos como delincuentes, aceptamos el escarmiento que proponía Balza, quizás por que nos dolía ver en ellos a un Ejército profesional y patriota, el que pagó por su dignidad con muchos años de prisión.

Autor: Luis Alberto Razzolini

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